
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, la osteocondrosis se incluye en el grupo de enfermedades del sistema musculoesquelético, principalmente de la columna y del tejido conectivo.
Al desgastarse, colapsarse y aplanarse con el tiempo, el disco intervertebral pierde su función protectora y de amortiguación. El espacio intervertebral se estrecha, donde los nervios radiculares y los vasos sanguíneos se comprimen. Esto provoca varios síntomas desagradables que obligan a la persona a consultar a un médico.
Según la localización, distinguen entre osteocondrosis cervical, torácica, lumbar, sacra y generalizada. La osteocondrosis diagnosticada con mayor frecuencia es la osteocondrosis lumbar (más del 50% de los casos), cervical (más del 25%) y generalizada (alrededor del 12%).
Síntomas de la osteocondrosis.
- dolor en varias partes de la columna; disfunción de órganos que están inervados
- nervios de la zona afectada de la columna;
- dolor de cabeza;
- alteraciones y pérdida de reflejos tendinosos (musculares) (pueden aumentar, disminuir, ser desiguales o no evocarse en absoluto).
En la etapa de recopilación de anamnesis, el médico evalúa los síntomas inherentes a cada segmento individual del sistema musculoesquelético.
Así, con la osteocondrosis cervical se observan dolores de cabeza que se agravan al girar el cuello, mareos, “manchas” parpadeantes en los ojos, desmayos y otros. A veces, el dolor de cabeza se acompaña de náuseas o vómitos, sensación de ruido en la cabeza, zumbidos en los oídos, alteraciones visuales en forma de parpadeo, dolor en los ojos y, posiblemente, una sensación de cuerpo extraño en la garganta.
Con osteocondrosis lumbar: dolor agudo ("punzantes") en la espalda y debajo, entumecimiento de las piernas, alteraciones en el funcionamiento de los órganos genitourinarios. La osteocondrosis de la columna torácica se caracteriza por dolor en la región interescapular. A menudo, el dolor en el pecho se vuelve ceñidor y se siente en la zona de las costillas.
Causas de la osteocondrosis.
La osteocondrosis es una consecuencia del envejecimiento biológico del cuerpo. A medida que el disco intervertebral se desgasta, colapsa y se aplana con el tiempo, pierde su función de absorción de impactos. El espacio intervertebral se estrecha y los nervios radiculares y los vasos sanguíneos quedan comprimidos en él. Esto conduce a los síntomas desagradables mencionados anteriormente.
Otras causas de esta enfermedad incluyen:
- estilo de vida sedentario y sedentario;
- cargas excesivas (levantar objetos de gran masa, sobrecarga física);
- enfermedades autoinmunes;
- trastornos metabólicos con exceso de peso corporal crítico;
- desequilibrio de calcio en el cuerpo;
- embarazo (provoca osteocondrosis en las mujeres debido al agotamiento del calcio en el cuerpo y la distribución inadecuada del aumento del peso corporal en relación con el eje vertical);
- lesiones de columna;
- pies planos o uso diario de zapatos con tacones demasiado altos;
- características del estilo de vida doméstico o profesional (permanecer de pie durante mucho tiempo, sentarse en muebles incómodos, dormir en un colchón incómodo, etc.).
Una consecuencia común de la osteocondrosis es la formación de una hernia de disco intervertebral, que puede requerir intervención quirúrgica. Dependiendo del grado de complicación, los síntomas pueden variar de leves a graves.
Diagnóstico.
Muy a menudo, el diagnóstico de "osteocondrosis" lo realiza un neurólogo. Durante el examen inicial, el médico realiza un examen en relación con las quejas del paciente de dolor o movilidad limitada de la columna. La columna del paciente se examina en posición de pie, sentado y acostado, en estados de reposo y movimiento.
Palpar la columna le permite complementar los datos del examen (presencia o ausencia de deformación), determinar la ubicación, el grado y la naturaleza del dolor. Cuando se palpa, se nota tensión en los músculos ubicados junto a la columna. Se pide al paciente que se doble o se ponga en cuclillas para determinar el rango de movimiento en varias partes.
El diagnóstico final lo realiza un neurólogo basándose en un examen físico, así como en los resultados de una radiografía, tomografía computarizada o resonancia magnética. Con la ayuda de estos exámenes, se determina el nivel de daño, se especifica el diagnóstico y se revelan patologías ocultas. Después del diagnóstico, el médico tratante determina las tácticas de tratamiento y selecciona el método de tratamiento más eficaz.
Tratamiento de la osteocondrosis.
La primera etapa del tratamiento es la eliminación del dolor. Para ello, al paciente se le recetan medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Cabe señalar que no se recomienda tomar estos medicamentos sin receta médica, ya que la mayoría de ellos tienen un efecto perjudicial sobre el tracto gastrointestinal.
El tratamiento adicional de la osteocondrosis puede ser conservador o quirúrgico, según la gravedad y el estadio avanzado de la enfermedad. Como tratamiento médico, al paciente también se le recetan vitaminas del grupo B y relajantes musculares, por ejemplo tolperisona, para aliviar la hipertonicidad muscular y aliviar el dolor. En algunas situaciones, el médico puede recomendar fisioterapia.
Una vez que se ha aliviado el dolor, es decir, que los síntomas de la enfermedad han desaparecido, se recomienda al paciente fisioterapia y masajes. Los ejercicios de fisioterapia ayudan a fortalecer el corsé muscular de la columna vertebral, desarrollan la flexibilidad del aparato ligamentoso y aumentan así la gama de movimientos. Al fortalecer los músculos, se produce la descompresión de las raíces nerviosas, como resultado de lo cual se normaliza la circulación sanguínea y el metabolismo en los discos intervertebrales. Como resultado, el dolor en la columna se reduce significativamente. El masaje terapéutico, a su vez, alivia los espasmos musculares. Los tratamientos controvertidos que no son medicina tradicional incluyen la terapia manual, la osteopatía y la reflexología.
También vale la pena señalar que la osteocondrosis, como cualquier enfermedad crónica, tiene períodos de exacerbación y remisión. En ocasiones el dolor aparece dependiendo de la época del año o de las condiciones climáticas. Conociendo las características de su cuerpo, podrá prevenir las exacerbaciones de antemano.
Prevención de la osteocondrosis.
La principal recomendación para quienes quieren mantener la salud del sistema osteoarticular es un régimen ortopédico. Es importante aprender a sentarse correctamente, a pararse correctamente, a levantar y transportar objetos pesados y a dormir. Por ejemplo, se aconseja al paciente que evite los muebles tapizados, incluso para dormir. La silla de trabajo debe tener soporte lumbar. No se recomienda permanecer en una posición durante mucho tiempo; Es recomendable calentar periódicamente. No se recomienda levantar y transportar cosas que pesen más de 15 kilogramos. Todas las mañanas se recomienda realizar ejercicios cortos de 15 a 30 minutos para precalentar los músculos.